- Odio que esta sea la forma de demostrarte que te quiero. Hay demasiadas. - dijo, mirándome a los ojos.
Tragué saliva.
- ¿Cuál?
- Pasando contigo una semana en el hospital. Porque sé que no se lo contarás a nadie, y cuando pase, ya será demasiado tarde. No me gusta que yo sea la única persona en la que puedas apoyarte.
Que sepas, que dejo que vomites, pero no me gusta, y sé que no puedo obligarte. Porque sé que lo de las muñecas lo veo, pero lo demás no sé cuando lo haces, y sólo me entero cuando me lo cuentas, y eso te lo agradezco mucho.
Es que... ¿cuál opinión sobre tu aspecto valoras más, la mía o la de los demás?
- Lo cierto es que siempre me han dado igual, no me afectan, tan sólo cómo me veo a mí misma.
-Pero es que cariño, no lo estás. Si te miras al espejo y te ves...gorda, no lo estás. Eso es un problema de aquí - Toca mi frente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario