viernes, 12 de julio de 2013

Maybe.

No le importa dejar de ver lo que le viene por delante; que le impidan abrir los ojos.

Ante ella sólo obra la tranquilidad, la calma, el profundo suspiro ante la eternidad.

Toda ella es tormenta, partícipe de la gravedad.

Puede que sea un cúmulo de sentimientos lo que la ciegue, puede que por ello no le importe dejar de visualizar lo que está a metro y medio de sus pies.

Puede que sea el impulso de cerrar los ojos para poder sentir la calideza de sus latidos, y con el miedo de que dejen de sonar.

Puede que se contente con caminar al son de su corazón, y estremecerse ante el unísono.

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